Ya no estás en este abrazo. Es fácil ver que tus ojos ya no me miran a mí. Cuando te aprieto entre mis manos o acaricio tu rostro, noto que tu mirada está en otro lugar, con otra persona. Viajas a un lugar que no conoces pero que quieres explorar. Mi única ventaja en este juego es tu miedo. Mi enemigo es tu corazón.
No sé dónde estoy ni a dónde miro. No sé por qué quiero explorar otros lugares, ni si podré adentrarme en ellos. Mi miedo es desearlo y no poder hacerlo. Y temo también el tiempo. Pero en este camino no tengo más enemigo que yo mismo y mis sentimientos.
Nunca dejes que el miedo te paralice. El pasado es un monstruo que se alimenta de los que no deciden qué camino escoger.
ResponderEliminarEel pasado ya no está. Y hay que saber eso para disfrutar el presente. Gracias por el comentario. Un abrazote.
ResponderEliminar