domingo, 25 de septiembre de 2011

De qué hablo cuando hablo de leer


Me voy a la cama tras el partido de fútbol. Una nueva victoria del Barc elona, que este año será candidato al título. En la radio, las señales horarias de las doce dan la entrada a un señor de voz ronca, que comienza el noticiario hablando de la petición de Palestina de ser reconocido como país. Quedan 15 minutos para que comience Abierto hasta las 2, así que bajo el volumen del transistor y busco un libro en mi mesita de noche. Me he encontrado con 7 libros pendientes, después de haber ido hoy a Correos a recoger un envío. Ciertamente, querría leer “Las cosas que no nos dijimos”, pero he olvidado el libro en el despacho así que será el siguiente que lea. Ahora, necesito empezar con algún otro para hacer soportable el fin de semana.

Como el último libro que he leído ha sido un ebook, decido que esta vez voy a tomarme un tiempo antes de elegir mi siguiente víctima. Con minuciosidad, voy evaluando las distintas opciones y después de haber acariciado cada ejemplar, después de haber manoseado cada portada, me decido por Haruki Murakami. Me gusta mucho Murakami y sé que ha traducido al japonés a Raymon Carver, pero me sorprende leer en la contraportada que este nuevo libro suyo está dedicado a Carver, a su “De qué hablamos cuando hablamos de amor”. Por eso lo ha titulado “De qué hablo cuando hablo de correr”.

En la introducción del libro, Murakami dice que escribe para ordenar lo que siente y para entenderse a sí mismo. Siento que comparto esa visión. Siento que sus palabras podrían ayudarme a explicar por qué sigo escribiendo en este blog, aunque en los últimos días he pensado muchas veces en dejarlo. Muchas veces he sentido que escribir ahora carece de sentido ¿O no? Antes de concluir con el primer capítulo, Murakami dice que “el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”, así que pienso en todas las cosas inevitables que nos hacen daño y en cómo sufrir (o no) con ellas está en nuestras manos. No sé si es del todo cierto, pero la idea es bonita. Me gusta también una frase de Hemingway, en la página 17: “continuar es no romper el ritmo”. Murakami usa la frase para hablar de cómo, en los proyectos a largo plazo, una vez que ajustas el ritmo “lo demás viene por sí solo”.

Ya va a empezar el programa. Es hora de dejar de leer. Cierro el libro, apago la luz de la lamparita y bebo un poco de agua. Antes de sumirme en el sueño, quisiera agradecerle a los libros, la compañía que me brindan. Buenas noches. Y muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario