martes, 1 de noviembre de 2011

Roma, la ciudad eterna

Vivo en una ciudad eterna, repleta de paseantes que viajan hasta otra época y fotografían monumentos antiguos... pero yo estoy solo, que es como decir que no estoy contigo. Y es algo frustrante. Porque ocupas mi mente pero no tengo tu aroma para entremezclarlo con el olor de castañas asadas que inunda cada noche la vía del Corso. Ni tengo tu mirada, que podría usarse para iluminar la tenue luz que decora la Fontana di Trevi. Por desgracia, tampoco tengo tu abrazo, que me dice cada noche cómo respiras, y me revela si sueñas o tienes pesadillas.

Vivo en la ciudad eterna, repleta de paseantes que viajan hasta otra época y fotografían monumentos antiguos... pero esa ciudad está vacía sin ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario