jueves, 2 de febrero de 2012

El día de la marmota

Llega la noche y con ella la oscuridad. Las sábanas frías te recuerdan la derrota de un nuevo día. Te dices que mañana será todo distinto. Que no volverán a repetirse los mismos errores de hoy, ni la misma secuencia de acontecimientos. Y apagas la luz de la mesita de noche deseando que algo –no sabes qué ni cómo- cambie de repente. Craso error el de confiar tu vigilia a la esperanza. La madrugada no entiende de ruegos ni de súplicas. El nuevo día se cuela por la ventana y suena de nuevo esa melodía en la radio. Buenos días, excursionistas, dice el presentador optimista. Y tú quieres morirte. Despertar de esa pesadilla que es estar atrapado en el tiempo. 

Pero no hay modo de salir de este encierro. En un acto de desesperación le confiesas a ella lo que te ocurre. Pero no importa nada. Porque al final ella lo olvidará todo. Y no importa lo que hagas. Nadie sabrá nunca que el día es el mismo, repetido. Tu único reto es ser mejor persona. 

¿Será largo el invierno? Escuchemos lo que dice la marmota...

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