lunes, 18 de julio de 2011

Nunca te dije que tu imagen me conmovía


Acabo de ver una foto tuya, con esa sonrisa tímida que me enamora y me cautiva, y no puedo dejar de pensar que ya no estás para mí sino para otro...

Por eso se me acelera el corazón cuando imagino que todo está perdido. Que ya no hay nada que hacer, que debo rendirme y entregarme al vértigo que siempre me supuso pronunciar tu nombre... ¿Es aquí donde acaba el camino? ¿O acaso estábamos condenados a no caminar jamás juntos?

Es de noche, y estoy solo en mi cama. Siento el calor entrando por mi ventana. Ese calor me impide dormir y me invita a viajar hacia el pasado... ¡qué traicionera es mi mente! Ahora quisiera revivir contigo esos meses de invierno en los que el frío de mis sábanas se tornaba calor con tus abrazos... quisiera escuchar tu voz al despertarme y tus risas al teléfono en conversaciones mil veces repetidas... pero me temo que eso no llegará jamás y que todo lo que ahora pienso no son más que delirios de una noche de verano...

- Deja de soñar -me aconseja una voz interior. Y vuelvo a despertar para dudar sobre si es mejor seguir soñando...

Porque ya no estás tú. No está tu beso de buenas noches entre mis cosas importantes, ni está tu aroma para impregnar mi almohada. Ya no estás tú, ni están tus palabras... Pero está tu imagen, que le sonríe a otro y traiciona mi serenidad. Esa imagen tuya, mezcla de serenidad y miedo... que tanto me conmueve...

No hay comentarios:

Publicar un comentario