martes, 11 de octubre de 2011

Nunca te dije que hay diferencias

Hay una diferencia entre compartir uno de tus días felices y propiciarlos.

Porque cuando compartimos uno de tus días felices, reímos juntos, bromeamos juntos, saltamos juntos, gritamos juntos, criticamos juntos... Pero cuando esos días felices los propicio yo, me siento el rey del mundo: porque sé que ríes por mí, bromeas por mí, saltas por mí, gritas por mí...

y entonces, cuando sueño, 
imagino una guerra de almohadas 
y siento que tu cuerpo 
está enredados entre mis sábanas. 

Pero hay también una diferencia entre compartir tus días tristes y propiciarlos.

Porque cuando los compartimos, escucho tus silencios, temo tus respuestas, controlo cada uno de mis pasos, y soy cauteloso al acariciar tu cuerpo... Pero cuando esos días los propicio yo, me siento triste, incomprendido y desolado....

y entonces, cuando pienso,
 quiero alejarme del dolor que te causo
y pienso que estarías mejor sin mí
sin compartir conmigo tus días felices. 

2 comentarios:

  1. Poco a poco te me haces imprescindible lectura, maldito canalla.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué bien me tratas, pequeño! Me dices cosas bonitas para ablandar mi corazón... ¿Quién es aquí el canalla?

    ResponderEliminar