viernes, 23 de diciembre de 2011

Reconocer es palíndromo

Errar es humano; reconocer es palíndromo (@NicolasPoulsen)

- No me apetece decirte nada. Últimamente, tengo la sensación de que me repito. No me gusta repetirme. Odio estar estancado. ¿De veras no te aburren mis letras? Tú dices que no, pero yo creo que vivo en un bucle repetido. Como el personaje de atrapado en el tiempo. Me siento como un pentagrama sin clave de sol. Como un músico desafinado. Son demasiados deseos insatisfechos. Demasiados sueños de metacrilato. Demasiadas decepciones consecutivas. Y demasiados acontecimientos que me aturden. Me jode estar siempre equivocado. Y no poder hacer nada por remediarlo.
- Errar es de humanos.
- Pero yo yerro siempre. Y veo cosas que me exasperan. Situaciones que quisiera que acabasen para siempre. No tengo una lista con todas esas cosas que me gustaría hacer porque me resultan tan evidentes que... no sé... no tengo palabras... ya ni siquiera tengo palabras. Ni frustración... ni actos... ni capacidad para sorprenderla... Y me siento como el matador que se obceca en completar una buena faena y siempre pincha en hueso al entrar a matar.
- No se trata de matar a nadie. Y si eres un matador solo debes centrarte en completar con dignidad tu trabajo. Disfruta del momento final. Piensa que estás en la apoteósis última. Ahora, el espectador se levanta con el corazón encogido. Dispuesto a alentarte y disipar tu miedo. Decidido a insuflarte algo de su vitalidad. Piensa también en él...
- Nadie me imporra ahora. Solo ella. Haría cualquier cosa porque estuviese bien. Yo moriría por hacerla feliz. 
- Lo sé. 
- No. No lo sabes bien. Tú solo lo intuyes. Pero yo estaría dispuesto a hacer cualquier cosa. A irme y no volver nunca. O a no irme jamás y volver siempre. Estoy dispuesto a inventarme una nueva ilusión cada día para que nunca se borre una sonrisa de su cara. Y estoy dispuesto a inventarme una historia triste con la que acompañar sus lágrimas. 
- Hay cosas que no puedes controlar. Se llaman circunstancias.
- Sí. Y errar es humano. Pero reconocerlo es imposible.
- No entiendo nada. 
- No importa. Dame un abrazo. Escucha cómo late mi corazón. Ojalá ella lo sintiese también...

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